Letra de Domingo a las doce

Sin pensarlo mucho tragarín las hostias y volverín contentos.
Se siente bien la salvación.
Guardarín el coche, conversarín de a ratos.
El besarí su frente y mirando el techo
sonreirá...

Gracias, Señor,por el pan y el trabajo.
La empresa, el negocio y los frutos que trajo.
Por las secretarias de cuerpos perfectos que,
al precio que sea, conservan su puesto y que
no dejarán de sonreir.
De sonreir para mí...

Ella y sus zapatos guardarán secretos que de su propia boca
nunca nadie escucharí.
Perfumará sus ropas con fragancias nuevas
y frente a las vidrieras sonreirí y pensara:

Gracias , Señor, por la casa , los viajes,
el perro y las nuevas alfombras que traje.
Por el profesor de pilates del Viernes.
Què bien me recuerda qué lindo se siente
una mano en la pierna rozando mii piel.
Ya nadie me roza la piel....

Lustren los bancos. Afinen las voces!
que ahì vienen los fieles. Domingo a las doce.
Y canten con fuerza las alabanzas.
Y dejen billetes en esas canastas.
Saludo de amigo. "La paz sea contigo".
Y listo, otra vez a pecar...